¿Cómo pueden los MNP desarrollar un plan estratégico?
Los procesos de planificación estratégica y operativa con frecuencia siguen una serie de etapas, en las que primero se elabora el plan estratégico, seguido de los planes operativos necesarios para ponerlo en práctica. Dependiendo de su situación y desarrollo institucional, los MNP pueden seguir estas etapas en un orden diferente, y algunos de ellos no lo consideran necesario.
Análisis organizativo interno. Durante esta etapa, los MNP pueden plantearse las siguientes preguntas: ¿cuál es su capacidad interna?, ¿dónde están las brechas en términos de recursos humanos o financieros?, ¿cómo pueden cerrarse estas brechas para cumplir con más eficacia su mandato y lograr sus objetivos estratégicos?
Análisis de riesgos y de necesidades. Durante esta etapa, el MNP puede preguntarse, y consultar a sus socios sobre lo siguiente: ¿cuáles son los riesgos y las causas profundas más importantes de tortura y malos tratos en el país en el que operamos? Responder esto podría implicar mapear los diferentes lugares de privación de libertad en el país, el convocar diálogos entre personas expertas relevantes, y el examinar los informes de expertos/as internacionales o regionales, incluyendo, por ejemplo, al Comité contra la Tortura. Este análisis constituye una línea de base útil, que el MNP puede usar más adelante para medir el progreso.
Definición de los objetivos o metas estratégicas, teniendo en cuenta su mandato, facultades y recursos. Mientras que la visión y la misión probablemente sean afirmaciones amplias, los objetivos o metas estratégicas del MNP son lo que este cree que puede lograr dentro del período de la planificación estratégica. Por lo tanto, deben ser realistas y tener en cuenta los factores que están fuera del control del MNP y que tendrán un impacto en su capacidad de ponerlos en práctica (por ejemplo, la existencia de voluntad política para cambiar la legislación y las políticas).
A lo largo del proceso de planificación, el involucramiento con las organizaciones de la sociedad civil y otras instituciones de monitoreo puede ser útil y contribuir al éxito posterior en la implementación. Esto incluye la consulta en las etapas iniciales, con la intención de asegurar que los objetivos respondan a los riesgos más importantes en la detención. También pueden incluir consultas con un grupo asesor más pequeño, durante la etapa de redacción, como los consejos consultivos del MNP, cuando existan.