Reducir el uso del encarcelamiento masivo es reducir el riesgo de tortura y malos tratos. El crecimiento de la tasa de encarcelamiento en Brasil requiere ser enfrentado con urgencia. De esta forma, la APT manifiesta su apoyo a la agenda de “16 propuestas contra el encarcelamiento masivo” elaborada por el Instituto Brasileño de Ciencias Criminales (IBCCRIM), la Pastoral Carcelaria Nacional, la Asociación de Jueces por la Democracia (AJD), y el Centro de Estudios en Desigualdad y Discriminación de la Universidad de Brasilia (CEDD/UNB).
El encarcelamiento masivo genera una situación de sobrepoblación carcelaria que potencializa los riesgos de la práctica de tortura y malos tratos. Brasil tiene una cuarta parte de la población carcelaria del mundo, su tasa de encarcelamiento sigue creciendo cada año (entre 2008 y 2014 aumentó el 33%). Como lo ha destacado el antiguo Relator de la ONU sobre Tortura, Juan Méndez, en su informe presentado sobre Brasil “las condiciones de detención en el país configuran tratos crueles, inhumanos y degradantes. La grave sobrepoblación conlleva a situaciones caóticas dentro de las unidades de prisión”. Además, el antiguo Relator apeló a que “el gobierno se esfuerce en reducir la población en prisión, en lugar de incrementar el número de establecimientos penitenciarios”.
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