En diciembre 2021, la APT volvió a Madagascar por primera vez desde el inicio de la pandemia de la COVID-19.
Nuestro trabajo en Madagascar busca reforzar las salvaguardias en las primeras horas de custodia policial. Los derechos como el acceso a la familia tienen un gran impacto en la reducción de los riesgos de tortura y malos tratos.
Junto con la policía, hemos desarrollado recursos prácticos, en particular registros de custodia estándar y una carta de derechos para entregar a las personas detenidas. Estos recursos contribuyen al deseo de la policía de profesionalizarse y a los objetivos de prevención de la tortura de la APT.
La policía debe registrar las necesidades específicas de las personas detenidas en los registros. Esto es especialmente importante para las personas en situación de vulnerabilidad, incluidos los niños y las niñas, las personas extranjeras y las mujeres.
La misión fue una oportunidad para sentar las bases del futuro trabajo sobre los Principios de Méndez. Organizamos una mesa redonda con las autoridades nacionales para presentar los Principios y debatir los pasos que Madagascar puede dar para implementarlos.
También fortalecimos nuestra relación con la sociedad civil y el mecanismo nacional de prevención, estableciendo una base para el diálogo sobre cómo pueden utilizar sus mandatos de monitoreo para facilitar una mayor implementación de las garantías de detención.
Por último, inauguramos una exposición fotográfica que recorrerá el país. Presenta fotografías que llevarán la información sobre las garantías de detención a un público más amplio.
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En diciembre 2021, la APT volvió a Madagascar por primera vez desde el inicio de la pandemia de la COVID-19.
