El equipo y el Consejo de la APT se despiden de Audrey Olivier-Muralt, Secretaria General Adjunta, y le agradecemos su dedicación y su contribución al desarrollo de la organización y a los avances en la prevención de la tortura en todo el mundo. Antes de unirse al equipo de Dirección en agosto de 2018, Audrey estuvo al frente de la Oficina regional de la APT para las Américas, con sede en Panamá de 2015 a 2018 y contribuyó a la implementación del OPCAT en América Latina. Compartimos su mensaje de despedida y le deseamos lo mejor para el futuro.
Queridas contrapartes, compañeros y compañeras,
Como quizás sabrán, este año he tomado tiempo fuera de la oficina para descansar, recargar mis energías y reajustarme. Estoy muy agradecida por el apoyo recibido durante este tiempo por parte del equipo y del Consejo la APT. El descanso suele pasarse por alto en nuestro sector, pero me ha proporcionado un valioso tiempo para hacer una pausa y reflexionar. Tras más de una década trabajando para la APT, he decidido que ya es hora de asumir nuevos retos.
Cuando miro atrás, me enorgullezco de lo que la APT ha conseguido como equipo global. Pusimos en marcha un nuevo plan estratégico, acompañado de una transformación organizacional; diseñamos y lanzamos una nueva plataforma de aprendizaje para la prevención de la tortura para que el conocimiento sea accesible a un público más amplio; apoyamos y lideramos los esfuerzos para finalizar y conseguir apoyo internacional para los Principios Méndez sobre las Entrevistas Eficaces; iniciamos un nuevo proyecto #SafeInCustody con organizaciones de la sociedad civil en el Sudeste Asiático; continuamos apoyando a los equipos que monitorean la detención y a los actores de la justicia en América Latina, Europa y África, promoviendo enfoques sensibles al género dentro de los sistemas de justicia penal, todo ello mientras lidiamos con las secuelas de la COVID-19. Esto ymucho más.
Uno de los aspectos más satisfactorios de mi tiempo en la APT ha sido la oportunidad de trabajar con contrapartes de todas las regiones del mundo, escuchar sus éxitos y retos, y apoyar sus esfuerzos. He sido testiga de que el cambio es posible, y a menudo es el resultado del compromiso y la resistencia de personas extraordinarias, trabajando juntas, desde diferentes sectores.
A lo largo de los años, he aprendido que la prevención de la tortura requiere dedicación y persistencia. También requiere innovación, pensamiento crítico, colaboración, pragmatismo y soluciones localizadas. Dejo la APT, pero sigo siendo una apasionada defensora de la organización y del movimiento mundial de prevención de la tortura. Me siento agradecida y honrada de haber trabajado a su lado todos estos años.
En solidaridad,
Audrey Oliver-Muralt