Este 2022 ha sido una año marcado por las guerras y la incertidumbre, y puede ser fácil sentirse desanimada o desanimado. Pero a medida que se acerca el nuevo año, estoy llena de esperanza. La razón sois todas/os vosotros/as, nuestras contrapartes y simpatizantes.
Este año hemos visto, una vez más, lo mucho que se puede avanzar en la prevención de la tortura y los malos tratos cuando trabajamos juntos y juntas.
Con los Estados, hemos trabajado para conseguir un mayor compromiso para poner fin a los interrogatorios coercitivos. Más de 60 Estados han expresado su apoyo público a los Principios Méndez sobre Entrevistas Efectivas y la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos los ha respaldado.
Con las autoridades, hemos facilitado el diálogo y los programas de formación de policías, personal de prisiones, y jueces y juezas, por ejemplo en Timor Oriental, Tailandia o Panamá.
A través de nuestra cooperación con organismos de monitoreo, y gracias a nuestros cursos de aprendizaje en línea, hemos reforzado el monitoreo y la protección de mujeres y las personas LGBTIQ+ privadas de libertad.
Finalmente, a través de nuestras alianzas con la sociedad civil, hemos movilizado a los y las jóvenes en torno a la prevención de la tortura en Malasia. También hemos apoyado iniciativas conjuntas que han propiciado una importante victoria para la prevención de la tortura en la Corte Suprema de Brasil.
Estos resultados son nuestra fuente de inspiración.
En nombre de mis compañeras y compañeros de la APT, gracias por su apoyo este año. Esperamos seguir trabajando con ustedes en 2023.
Juntas y juntos podemos prevenir la tortura y promover la dignidad.