Los nuevos Principios pretenden transformar la relación entre los Estados y sus ciudadano/as. Pretenden cambiar el modo en que las autoridades públicas llevan a cabo los interrogatorios y, como resultado, mejoran la confianza en el Estado. Basados en la evidencia científica, el derecho y la ética, los Principios proponen una alternativa concreta a los métodos de interrogatorio basados en la coerción para obtener confesiones. Los Principios permiten obtener información precisa y fiable respetando plenamente los derechos humanos y la dignidad de todas las personas.
Los Principios han sido redactados por un Comité Directivo compuesto por 15 experto/as de distintas regiones y diferentes campos de especialización: interrogatorios, orden público, derechos humanos, psicología o inteligencia. Mark Thomson, antiguo Secretario General de la APT, se unió a Juan Méndez para copresidir esta iniciativa.