Con la propagación del Covid-19, estamos viviendo una crisis sanitaria mundial sin precedentes que nos afecta individual y colectivamente. Para proteger nuestra salud y salvar vidas, las fronteras están cerradas, las personas están confinadas o aisladas. La APT responde a estas medidas con responsabilidad, solidaridad y también con vigilancia.
Estamos adaptando nuestro trabajo y nuestra forma de trabajar. Estamos trabajando desde casa, conectados y conectadas en línea. Nuestra Asamblea General anual y nuestra reunión del Consejo Directivo prevista en abril tendrán lugar a distancia. Las decisiones se tomarán electrónicamente.
Estamos prestando mucha atención al impacto de estas medidas en las personas privadas de libertad. Las personas detenidas están particularmente expuestas. La prevención de las pandemias no puede hacerse a costa de comprometer los derechos humanos fundamentales, como lo hemos analizado en nuestro reciente blog. Tenemos también que considerar cómo se puede prevenir la transmisión y el efecto de las medidas de restricción en otros tipos de lugares de privación de libertad, tales como los centros para personas migrantes, instituciones psiquiátricas y hogares de personas mayores. Queremos expresar nuestra solidaridad y empatía con el personal que trabaja en entornos cerrados, bajo una enorme presión; así como con todas las personas que son más vulnerables a esta crisis.
En la APT, estamos analizando cómo mantener la transparencia en los lugares de detención cuando el acceso ya no es más posible, ya sea porque las visitas externas ya no están permitidas o porque los órganos de visita han decidido suspenderlas. Estamos organizando debates y seminarios en línea con los órganos de monitoreo de todo el mundo para intercambiar sobre las formas alternativas de monitorear los lugares cerrados.
Con la expansión del confinamiento, podemos experimentar todos y todas alguna forma de restricción de nuestra libertad. Tenemos que tomarlo en serio, y aprender de ello. Nuestra prioridad como individuos y como comunidades tiene que ser nuestra salud física y mental. La solidaridad debe prevalecer en estos tiempos complicados. Nos enfrentamos a territorios desconocidos, pero nos adaptaremos continuamente para proporcionar apoyo a nuestras contrapartes para responder adecuadamente a los desafíos que nos esperan.