A pesar de que las encuestas muestren una mayoría bipartita de americanos a favor de su publicación, la saga del informe del Comité de Inteligencia del Senado sobre la tortura y la detención por la CIA continúa.

Pero mientras el Congreso y el Ejecutivo discuten sobre ediciones, ya sabemos mucho, en parte gracias al trabajo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que denunció recientemente (en las sentencias de Al Nashiri y Husayn (Abu Zubaydah)) que Polonia fue cómplice en la tortura de al menos dos individuos, capturados por la CIA y enviados, en 2002, a la base de formación de los servicios secretos de Stare Kiejkuty cerca de la ciudad polaca del norte de Szczytno.

Y lo que sabemos sobre esto y otros casos de tortura y malos tratos es suficiente para sacar conclusiones sólidas.

Como explicado por el Secretario General de la APT, Mark Thomson, en el periódico suizo Le Temps (del 2 de octubre de 2014), es necesario que el gobierno estadounidense ponga fin a la impunidad y que lleve a los culpables de violaciones ante la justicia, mejore el control democrático de los servicios de inteligencia y de seguridad, y finalmente establezca un sistema independiente de monitoreo de la detención que pueda prevenir la tortura y restaurar la fe en la justicia. Como lo describe claramente en el artículo:

"El maltrato de detenidos no solo ocurre en los lugares “negros” secretos de la CIA. Puede ocurrir – y ocurre – en prisiones federales, celdas de comisarías y detención de inmigrantes. Ocurre en todo sitio donde no haya control. Hasta que no se implemente una política nacional de prevención proactiva, con el apoyo del Senado, las lecciones de las pasadas décadas seguirán sin aprenderse. Para los que intentan mirar hacia el futuro, será hacia un panorama que, trágicamente, predice repetición."


Leer el artículo del “Le Temps” aquí (Suscripción requerida)
 

News Friday, October 3, 2014